Se encienden las luces. Se hace el silencio. Niños y niñas esperan sentados en el suelo a que la obra comience. Por fin se inicia. El narrador comienza la historia. Una historia sencilla, fácil de comprender y de interpretar para la clase que la realiza. A penas dura quince minutos. Al finalizar, felicidad en la cara de los niños y niñas que la realizan y grandes aplausos del público. Una vez a solas, comentamos nuestra actuación en la asamblea. Vemos los fallos, comentamos la interpretación de los personajes, damos orientaciones para un mejor desarrollo de la obra en un futuro. Al terminar la asamblea surge una última pregunta, seño ¿cuándo realizamos la próxima?
TALLER DE TEATRO
Sí, a través del teatro, y su trabajo como taller en el aula,he logrado que los niños y niñas de mi clase se conozcan mejor así mismos, comprendan mejor cómo se siente y porqué se sienten así, así como expresar mejor todo su mundo interior y el entorno que le rodea.
Yo apuesto por el teatro por las razones aludidas anteriormente. Los niños y las niñas deben aprender a utilizar todos los medios de expresión a su alcance, entre ellos, el teatro, Deben aprender a conocerlo, a expresarse a través de él, al igual que ocurre con la plástica o la música. Y siempre desde la base, para que cuando llegan a primaria, esa experiencia teatral esté presente en futuras obras, para que el teatro se convierta, ¿por qué no?, en una actividad extraescolar también tan importante como el fútbol, el inglés o el baile en sus vidas.
Su importancia queda ya recogida en el currículo, como un medio de expresión más a desarrollar y aparece reflejado en los objetivos y contenidos. Pero,¿cómo desarrollar un taller de teatro?
EL TALLER DE TEATRO EN EL AULA DE INFANTIL
Para trabajar el teatro como taller, comenzaremos ayudándoles a utilizar mejor su cuerpo como recurso expresivo. De esta manera ampliarán la gama de estados anímicos y sentimientos que puedan expresar, así como una mayor riqueza en sus imitaciones. Y todo ello, partiendo del cuerpo como base. Está serían las partes de la sesión tipo que yo realizo:
En primer lugar, iríamos trabajando los diferentes sentimientos, emociones y estados físicos que podemos tener y como reflejarlos a través de todas y cada una de las partes del cuerpo. Comenzaríamos trabajando la alegría, la tristeza, el miedo, elenfado, etc.…, estados físicos como el calor, el frío, el cansancio…. Y como los expresa nuestro cuerpo. También hablaríamos de las causas que los producen y daríamos pautas para saberlos gestionar. Estos primeros ejercicios no duraríanmás de 10 minutos.
Seguiríamos la sesión con una segunda parte donde imitarían, objetos, elementos naturales, como el sol, el viento, la lluvia, plantas, animales, personas. Cuando mayor variedad y cantidad de imitaciones mayor riqueza expresiva. Otros 10 minutos aproximadamente.
Luego pasaremos a una tercera parte que es la escenificación, es decir, representar pequeñas historias a través de la imitación. El paso de imitaciones aisladas a aquellas que se realizan en una historia concreta es natural y se hace paralelamente. Puesto que las escenificaciones en estas edades son grupales y dirigidas por el adulto no suponen dificulta alguna. Hay que decir, que todavía no estamos hablando de teatro propiamente dicho, puesto que en la escenificación no están todos los elementos del teatro. Constituye un paso intermedio entre éste y la imitación. A través de estas pequeñas escenificaciones podemos ver el potencial de los niños y niñas y enseñarles a expresarse por sí mismos, a perder su timidez, a moverse con soltura y movimientos adaptados al personaje y a las acciones que representen. Esto ocupará unos 20- 25 minutos aproximadamente, entre escenificaciones colectivas y en pequeño grupo.
Cuando el niño y la niña se muestren sueltos escenificando, será el momento adecuado ponerse a trabajar en una obra de teatro concreta. Esto ocurrirá a finales del primer trimestre, con una pequeña obra de Navidad, o durante el segundo o tercer trimestre, en función de la evolución del grupo que tengamos.
A la hora de realizar las sesiones de teatro debemos elegir un día a la semana, siempre el mismo. La clase debe saber que hay un momento a la semana para dicha actividad. De esta manera la actividad cobra entidad propia.
En la sección proyectos vienen una programación anual detallada para trabajar el taller de teatro en 3, 4 y 5 años.
Ahora mostraré unas orientaciones para trabajar la obra de teatro.
LA OBRA DE TEATRO EN CLASE: ORIENTACIONES Y PUESTA EN ESCENA
Orientaciones para elegir la obra
A la hora de elegir la obra tenemos que tener en cuenta los siguientes criterios:
-Una obra con temática atractiva, motivante, que despierte el interés de los niños y niñas.
-Con personajes suficientes para que todos participen en ella.
-Con una estructura sencilla: tres actos es lo ideal.
-Las estructuras semánticas adaptadas a la edad con la que se trabaje. Oraciones cortas, repetitivas y con un vocabulario sencillo, fáciles de pronunciar y memorizar.
-Su extensión no superior a veinte minutos pudiendo alargarse de cinco a diez minutos en cuatro y cinco años.
La obra de teatro puede ser un cuento, una canción, un poema o bien una obra de teatro de las que hay escritas. También puede ser creada por los niños. Todas ellas tienen ventajas e inconvenientes. Los cuentos con los que se realizan obras de teatro son la mayoría cuentos clásicos conocidos por los niños. Su temática es conocida y resulta motivante. Pero no hay que olvidar que los cuentos han sido escritos para ser
narrados y aunque puedan representarse no hay suficientes personajes para toda la clase, por lo que todo cuento que se utilice para el teatro necesita duplicar personajes, añadir otros nuevos, resultando bastante complicado para su puesta en escena. Lo mismo ocurre con las poesías y las canciones, resulta complicado convertirla en obras teatrales, que cuenten con todos los elementos del teatro, para dejar de ser una simple imitación de la letra. Por último, están las obras de teatro infantil que ya poseen todos los elementos necesarios para su representación, pero éstas escasean en la actualidad, y las pocas existentes no atienden a edades tan tempranas o no cuentan con personajes para toda una clase.
Yo he optado por escribirlas, de esta manera, se adaptan mejor a las edades con las que trabajo. Ello me permite adaptarlas al grupo clase con el estoy en esos momentos. Quizás un buen comienzo sería optar por alguna de las presentes en la sección de obra teatrales de este blog. Yo os propongo echar un vistazo a las que hay en él. Podeís leer sus argumentos, ver el vídeo realizado para comprobar como queda el resultado y si os convence descargaros la obra para comenzar a trabajarla.
Pero si te encuentras capacitada y capacitado para escribirla, ánimo. Es una experiencia muy agradable. No es difícil escribir una obra de teatro. Partiendo de la estructura base de una obra de teatro infantil ya hecha, puedes reescribirla. Incluso, los niños y niñas pueden colaborar. Tú decides.
Una vez elegida la obra, se la presentamos a la clase. La leemos con ellos, dando su opinión. Generalmente les gusta. Ahora hay que adaptarla al grupo clase. Tenemos que ver si hay suficientes personajes para todos, si tenemos que ceder diálogos de unos personajes a otros para que todos hablen, si desdoblamos personajes para que cada uno tenga el suyo propio, si añadimos personajes nuevos, etc.… Este trabajo es previo a la realización de la obra y es muy necesario para su buen desarrollo.
Elección de personajes
Los personajes que aparecen en la obra de teatro se podrían dividir en dos categorías: protagonista(s)y antagonistas y los secundarios.
Los personajes protagonistas y antagonistas: Son aquellos sobre los que recae la acción. Llevan el peso de la obra. Ellos realizan los papeles más largos y de mayor peso dramático. El antagonista desencadenará el conflicto. Normalmente están en todos los actos.
Los personajes secundarios: Aparecen en la obra en menor medida. En una o dos escenas. Pero su contribución es importante para el buen desarrollo de la obra.
Hay que decir al respecto que el personaje secundario puede ser en solitario, en parejas, tríos o más. Cuando el personaje se realiza con tres o más yo denomino a estos personajes, personajes corales o grupales. Son muy aptos para los niños más tímidos y vergonzosos, pues les permite su participación en la obra y arropados por el grupo se atreven a decir su diálogo a la vez que los otros. De esta manera se suprime el
miedo escénico a equivocarse o a bloquearse al actuar, hecho que ocurrirá, sin duda, de representar un personaje solo.
A la hora de elegirlos tendremos que tener en cuenta las siguientes condiciones:
· Tener en cuenta las ganas de los niños de realizar los diferentes papeles de la obra: la motivación es una poderosa arma que suple deficiencias lingüísticas.
· Probar en los diferentes ensayos si la elección del personaje es la adecuada: habrá niños con muy buena memoria y correcta pronunciación que luego no puedan realizar papel protagonista por la vergüenza que implica decir el papel delante de los compañeros. El mismo niño o niña pedirá un personaje más cómodo y apto para realizar.
Los primeros ensayos nos darán la pauta para asentar definitivamente a cada niña y niño en su papel.
Ensayos
Comenzamos a ensayar la obra. Tenemos que hacerla nuestra. Hay que decir, que antes de los ensayos, trabajaremos en gran grupo los sentimientos, emociones y estados físicos que aparecen en ella. De igual modo, realizarán imitaciones aisladas que tengan que ver con los diferentes personajes. Todo esto se realizarán las primeras semanas anteriores al comienzo de los ensayos como tal. Una vez finalizada esta fase, comienzan los ensayos propiamente dichos.Se realizan dentro del escenario. Los personajes se sitúan dentro o fuera de escena según les corresponda. Comienzan a aprender donde se sitúan antes y después de su actuación en escena. Las escenas y los actos se suceden en el tiempo, repitiendo las escenas que cuesten más. Una vez que quede claro, entradas y salidas de escena y movimientos dentro de ella, en la última semana, puedes hacer ensayos en pequeño grupo, para reforzar personajes más difíciles. Elegiremos un día para el ensayo general, con vestuario incluido. Comprobaremos entre otras cosas, cómo se manejan con él en escena. Suele ser la semana anterior al día elegido para su representación. La obra se ensayará durante un mes y medio como mínimo si es corta (para tres años) y dos meses si es más larga. A una media de sesión a la semana y una sesión diaria la semana de la representación. Los ensayos no durarán más de treinta minutos en tres años y más de cuarentaicinco en cuatro y cinco años. Pondremos un ejemplo para ilustrarlo. Estamos en el mes de marzo y vamos a trabajar una obra de teatro sobre la primavera, que representaremos en mayo. Trata sobre el nacimiento de una semilla. En esta historia la semilla se encuentra tan a gusto bajo tierra que no quiere salir. Comenzaríamos las sesiones de teatro trabajando los sentimientos que aparecen en la obra: la alegría de nacer, la tristeza del sol por no convencerla, la testarudez de la semilla al no querer nacer etc.… Estos y otros sentimientos se trabajarían sesión por sesión para profundizar cómo se sienten los personajes. Pasaríamos después a trabajar diversas imitaciones correspondientes a cada uno de los personajes. Aquí, podrían hacer las imitaciones de manera conjunta. Por ejemplo, el nacimiento de las flores. Después se pasaría a la última fase, el ensayo de la obra. La sesión pude llegar a durar cuarenta y cinco minutos aproximadamente. Aquí se ensaya ya la obra como tal, enlazando las escenas y los actos para que vean la coherencia y sepan, en todo momento, quien actúa y cuando. Esto se combinará con ensayos de escenas parciales que cuesten mayor dificultad. Hay que decir que los tiempos son orientativos y será en todo momento la clase la que te indique cuanto tiempo necesita para hacer suya la obra.
Los niños y niñas, en general, realizan la sesión sin dificultad alguna y con gran interés, pues les gusta mucho. Incluso cuando ya están metidos de lleno en los ensayos de la obra y las continuas repeticiones de ésta, lejos de aburrirles les excita más, al ver cada día más cerca el gran momento.
Si concebimos el teatro de esta manera, el teatro queda integrado en nuestra metodología y no se convierte en algo casual y esporádico sino en algo mágico y maravilloso en la dinámica de nuestra clase.
Puesta en escena
La puesta en escena conlleva tener en cuenta una serie de elementos que contribuirán al desarrollo de la obra, ayudándola a comunicar al público su intención, su mensaje. Dichos elementos son el vestuario, maquillaje, decorado y la música, entre otros.
El vestuario, tal como exponen los expertos de la RESAD, debe contribuir a mostrar el mensaje de la obra, lo que se quiere conseguir con ella. Unos trajes, muy elaborados, o recargados, pueden restar protagonismo al niño y la niña. Yo opto siempre, por unos petos de foam, con colores variados (cada grupo de personajes tendrá su color). En dicho peto aparece, en el medio, el dibujo del personaje que representan. Así, si soy una estrella rosa, un peto azul con una estrella rosa de goma eva en el centro quedará muy bonito, será cómodo de llevar y no restará protagonismo. De igual manera si soy una rosa roja, o un conejo. Si se desea puede llevarse algo en la cabeza, a modo de diadema para personalizar más, como en el caso de los personajes animales. Pero todo lo que añada al disfraz deberá ser sencillo y cómodo de llevar.
Una de las ventajas que tiene utilizar este tipo de disfraces es que se evita así la desigualdad en los trajes. Si cada familia hace o compra su disfraz para la obra, puede ocurrir que los personajes secundarios vayan más arreglados que el protagonista (ya me ha pasado), produciéndose un desequilibrio. En cambio, yendo con los petos, todos y todas van igual, sólo cambia el dibujo del personaje, las familias no tienen que preocuparse de hacerlos o comprarlos, pues ya están en clase y la obra queda equilibrada. Los personajes se harían poco a poco en clase con fieltro, goma eva, etc. y se prenderían al peto de foam con velcro adhesivo. Una vez acabada la obra se quita el personaje, se reserva para otra ocasión, quedando el peto otra vez a disposición de nuevos personajes. Sólo en las obras de Navidad combino petos con disfraz de angelito y rey Mago.
El maquillaje: Utilizarlo de manera moderada y para afinar algunos rasgos del personaje. Yo no suelo utilizarlo en la obra. El maquillaje, le hace sudar la cara, les pica, a veces, y siendo tan pequeños/as les cuesta estar sin tocarse la cara. Sí, los maquillo, en cambio, para jugar a escenificaciones, pero en la obra, puede ocurrir que un niño pintado la cara como un conejo blanco, acabe cuando salga a escena, sin maquillaje alguno, después de haberse estado tocado todo el tiempo.
El decorado: Aquí me sucede igual que con los trajes. Un sencillo decorado bastará para situar en el contexto espacial la obra. Se puede utilizar proyecciones como fondo si se dispone del equipo. Yo opto por un fondo de fieltro negro con estrellas, para una obra de Navidad o de estrellas, o uno combinado de azul cielo con verde para mostrar un jardín, en una obra de primavera, serán suficientes para ambientarlo. Sobre dicho fondo, se añadirán algunos elementos que ayuden a concretarlo más.
En cuanto a elementos que estén dentro de escena, yo opto por el lema menos, es más. Introducir mesa y sillas, alguna cesta, papeles etc.…, sólo si son necesario. Yo no pongo elementos. Intento evitarlos. Los accesorios o los llevan todo el tiempo o cuadras muy bien donde se tienen que dejar. Mi escenario, donde hago las obras, es pequeño, por lo que intento de no llenarlo de cosas que impidan el desenvolvimiento de los personajes.
La música: Se utiliza para escenas donde no hablan los personajes o para apoyar situaciones relevantes para la obra. Yo en mi caso, la uso para dar la entrada a las familias que van a ver la obra y para algún efecto especial. Al ser obras cortas las que realizo, son muy dinámicas, los personajes hablan todo el tiempo, entran y salen de escena , y no la necesito tanto como en una de adultos.